Siiiii! estoy muy emocionada de haber dado ya este paso!!!
Os quería contar un poco más de cómo ha ido surgiendo la magia de este compartir…
Fueron las propias mujeres a las que acompañaba en su embarazo las que despertaron mi interés en el uso de la voz en el parto. Al compartir sus experiencias, en las que usaban el canto como medio de expresión y conexión con el bebé y su propio cuerpo (en principio enfocado a la etapa prenatal), me transmitían la enorme apertura y liberación que sentían apoyándose en su propia voz en el momento del parto. 
Su gran entusiasmo me llevó a profundizar y seguir estudiando sobre la voz y el sonido como recurso en el momento del parto, tanto a nivel teórico como, evidentemente, práctico. Dicha comprensión llegó de un modo más profundo con mi propia experiencia de maternidad, mi parto y el nacimiento de mi hijo Nohan. Tuve un parto tremendamente mamífero y salvaje a la vez que extático al mismo tiempo, intenso y rápido, absolutamente conectada con mi bebé… Un parto en el que no podía evitar reír por las “cosquillas” que recorrían todo mi cuerpo, con el que era uno, y la voz suponía un eje en el que concentrarme para dejar pasar a través de mí las intensas oleadas de vida.
Considero que esa experiencia fue un regalo a la vez que una bendición, que me llegó para darme fuerza y confianza, la seguridad de haberlo vivido “en mis propias carnes” para poder ser una mensajera veraz al transmitirlo. Siempre recordaré la sensación de incredulidad que venía a mi mente una y otra vez esos primeros días de mi maternidad. ¿Por qué un recurso tan eficaz y sencillo es tan solo conocido por una minoría de las mujeres?. De ahí tomé la fuerza y el compromiso en transmitirlo con toda su valía, difundiendo desde entonces en talleres para familias, profesionales, conferencias, congresos, etc.
Cada día sigo aprendiendo, descubriendo algo más, profundizando en este recurso que me fascina. A través de esta formación es un honor para mí poder favorecer que sea transmitido con rigor a otros profesionales, para que pueda enriquecer aún más su labor y llegar al mayor número de mujeres, bebés y familias como nos sea posible.

¡Bien hecho!